La honestidad es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad de acuerdo con los valores de verdad y justicia. Puede entenderse también como el respeto a la verdad en relación con los hechos con las personas y consigo mismo.
Honestidad significa que no hay contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos, palabras o acciones.
La honestidad conduce a una vida de integridad en la que nuestro interior y exterior son reflejo el uno del otro.
La honestidad es la mayor señal de equilibrio y de salud mental.
El mayor problema para el entendimiento humano es la desconfianza causada por la falta de honestidad. La falta de honestidad hace que las acciones y las palabras no tengan ninguna credibilidad, lo cual dificulta el diálogo, el entendimiento, la colaboración y la convivencia, porque nunca podremos estar cerca de los demás y los demás no querrán estar cerca de nosotros, debido a que la falta de honestidad está asociada a la traición.
Debe haber honestidad en el corazón y también en la mente, de lo contrario habrá autoengaño y tendencia a engañar a los demás.
La honestidad es una virtud adquirida a través de la educación, con el tiempo se convierte en hábito, es decir, en una forma habitual de ser y de actuar. La honestidad se apoya en principios y valores. La falta de honestidad revela carencia de principios y de valores sólidos. Los principios y valores necesitan ser alimentados habitualmente con lectura, reflexión, fe y oración, de lo contrario se debilitan y mueren.